domingo, 6 de noviembre de 2011

Concurso Sala Museo Nelly Omar 2010



De la Memoria de los autores:
“Guamini presenta una propuesta urbana contundente y simbólica frente a un horizonte sin límites, la inmensidad de la llanura pampeana.
Un tejido de baja densidad y altura, ordenado a partir de dos ejes perpendiculares, que se cruzan dando lugar a la Plaza Alsina representativa de la ciudad. Donde se destacan: la Municipalidad del Arquitecto Francisco Salamone, en el centro de la misma, y la iglesia en la esquina frente a nuestro terreno.
La propuesta debía resolverse en un lote – esquina estrecha y longitudinal, donde la cara mas larga hace frente al edificio – plaza, sobre la Avenida Manuel Ochoa. Y sobre la cara más corta, correspondiendo a la calle Rvdo Andrés Toledo, hace frente a la Iglesia Nuestra Señora de la Candelaria.
EL ESPIRITU DE LA PROPUESTA:
Una vez entendido el entorno urbano decidimos volcar la mayor parte del programa sobre la línea municipal, reconstruyendo los bordes urbanos de la manzana, tomando como referencias el retiro de la iglesia para conforma el acceso a la Sala Museo. También tuvimos en consideración la altura de los linderos, protagonizados por el Cine Teatro que se encuentra contiguo a nuestro terreno y las viviendas sobre la avenida.
De esta manera quedaría conformada una volumetría virtual donde plasmar las experiencias y recorridos de la Sala Museo de Nelly Omar.
Comprendiendo la esencia de Nelly Omar, notamos una analogía con la propuesta a desarrollar. Una necesidad de abrigar y proteger el inventario de Nelly Omar con austeridad pero con decencia. De la misma manera que ella utilizaba el poncho,… “para tapar la pobreza de su ropa, ese mismo poncho que hoy es su símbolo y marca”…Este elemento tan representativo en la vida de Nelly, donde marco el comienzo de una 2da etapa, en una modesta cantina, que era el refugio del poco tango que se escuchaba en Buenos Aires.
Su historia nos hace pensar en esa forma de abrigar y ocultar, representándolo en un único elemento constructivo.
Tres Ponchos abiertos al cielo…
EL PROYECTO:
Se decidió un edificio introvertido que reconoce los bordes del terreno, con muros altos prácticamente ciegos con aberturas controladas de la luz solar. Una cara interna desmaterializada en sus límites, para poner en continuidad el adentro con el afuera. La secuencia de espacios interiores, salas, circulaciones y servicios; aparece como un espacio
desnudo, puro, y místico, donde el paso del tiempo y el movimiento del hombre comparten la nostalgia de recuerdos, de lo permanente y de lo efímero. La cubierta poncho (el abrigo) desvían la mirada al cielo, permitiendo caracterizar espacios por medio de distintos grados de oscuridad y claridad, antecedidos por un acceso semicubierto privado de luz.
La secuencia de espacios exteriores, expansiones con espejo de agua, patios que dan aire e iluminación indirecta a las salas, generan una fachada interna que dialoga con el muro divisorio existente del Cine Teatro, respetando sus aventamientos y formándolo parte de un todo.
El movimiento…
El edificio es lineal, con un hall ubicado casi en el extremo cerca de la esquina, dejando un espacio público previo para uso de la ciudad, donde se baila el tango, por medio de, huellas gravadas en el solado. La sala permanente la circulamos mediante el mismo recorrido longitudinal, rematando en el extremo norte con el Mausoleo y en el extremo sur con la Sala transitoria, de manera, aprovechamos al máximo el espacio para exponer y plantear un recorrido libre por las distintas etapas de la vida y obra de Nelly Omar; concluyendo con una síntesis formal de dos planos, dos volúmenes y todo su contenido espacial que encierran.

Proponemos una articulación con el edificio existente contiguo, el Cine Teatro, por medio de un solo movimiento de un panel corredizo que se oculta tras un muro, genera una interrelación con él, complementando así, el recorrido de los usos posibles dentro del espacio Cine Teatro.
Lo entendemos como un espacio flexible para distintas actividades, por lo tanto de manera inconsciente, aparece una circulación perpendicular que logra vincular estos tres espacios paralelos: La Sala Museo de Nelly Omar, El Cine Teatro y el Prado Español, logrando así, que todo se entienda como un continuo espacio dividiéndolo y usándolo de forma complementaria
cuando se necesite.
Se propone en una 2da etapa, una intervención de equipamiento exterior y espacios verdes en el Prado Español, para desarrollar actividades, exposiciones y muestras bajo el cielo de Guaminí.
La luz que construye el tiempo y el espacio…
…”La luz es esencial a la arquitectura, de tal forma que no existe una arquitectura sin luz. El espacio solo se comprende bajo la luz natural. La luz natural tiene más cualidades únicas para la comprensión de la arquitectura, como son el ser blanca, paralela, infinita y cambiante. Estas cualidades de color, geometría y tiempo nunca las tiene la luz artificial. Como vemos, la luz natural es arquitectónica en su concepción cromática, espacial y temporal”… (El Muro, Jesús Aparicio Guisado, presentación Kenneth Frampton)
La posición y tamaño de las aberturas se proponen como operaciones de sustracciones en la
materia eligiendo el recorte del paisaje (urbano o natural) que se quiere destacar, evitando el rol de elemento de composición de fachada que suele atribuírseles. Es así, muy apropiado elegir por donde habría de colarse tanto la luz, como el edificio - plaza de Salamone y la Iglesia, de manera tal, que el que observa hacia fuera recorriendo la Sala puede sorprenderse,
en algunos casos mirando hacia abajo, en otros mirando hacia arriba a través de angostas rajas o de grandes aberturas.
Los patios se suman a los locales contiguos otorgándole una sensación de mayor amplitud, una atmósfera cambiante por los efectos de la luz entrando a través de ellos, por medio de revote sobre el muro lindero. La luz natural acompaña todo el recorrido, lograda a través de los techos cónicos, permitiendo el ingreso de una luz vertical, que van diferenciando etapas en la sala; un plano vidriado horizontal inferior hacia la calle, una gran carpintería hacia el patio interior, permitiendo el ingreso de una luz horizontal; culminando en un Mausoleo iluminado por uno de estos conos enfatizando la luz al final del recorrido.
Simplemente… un museo para vivir, para unir, para respirar, para lo efímero, para lo permanente, para transitar, para escuchar, para ver, para bailar, para soñar, para pensar, para cerrar los ojos, para el recuerdo eterno…
Para la Cantora Nacional “Nelly Omar”…
MEMORIA TÉCNICA:
Todo el edificio se entiende como una única pieza estructural, quedando a la vista el hormigón Armado estructurante del espacio y con la mínima utilización de tabiques en caso de ser necesarios para dividir funciones, tales como el interior de baños y demás servicios.
Esta envolvente – estructura, descarga sobre la cara norte en perfiles de hierros de sección rectangular ubicados en el perímetro de la misma. Estas columnas metálicas se proyectaron de sección mínima, con el objeto de que se integren y desaparezcan, alineadas con las aberturas de aluminio, en la cara sur, se apoya sobre los tabiques portantes conformados por los volúmenes de servicio, y sobre las columnas ocultas en las carpinterías que dan al patio.
Tres materiales:
- Hormigón a la vista color blanco
- Vidrio
- Madera
El hormigón armado de color blanco a la vista, se expresa como protagonista de su identidad constructiva, es el material que construye la lógica general del proyecto, tanto visual como técnicamente. En el exterior define la imagen del edificio, sin otra terminación que el propio hormigón desencofrado, se presenta como un edificio con un mínimo repertorio de detalles constructivos repetibles, con un bajo costo de ejecución en las terminaciones y con una solidez
constructiva que no requiera mantenimiento en el futuro, ya que, el acabado de la parte interna y externa del hormigón visto solo será un lijado a mano para remover las adherencias propias de la ejecución. La textura del hormigón realizado con encofrado de tablas de madera resulta de una presencia contundente y discreta a la vez, permitiendo que la obra se exprese en armonía con el entorno.
Se propone un hormigón H21 con el agregado de un fluidificante para que esta mezcla con escasa cantidad de agua al fraguar resulte de mucha compacidad y no requiera de impermeabilización.
Los pisos son de tablas de madera, para reconocer un solo plano horizontal de movimiento.
Una vez construida la envolvente de hormigón, el único elemento que resta para completar la hermeticidad del edificio es el sistema de carpinterías de aluminio anodizado de color oscuro con Doble Vidriado Hermético laminados para controlar la seguridad y el vandalismo.
Las instalaciones:
Las instalaciones sanitarias se nuclean en los volúmenes de servicios, se resuelven sobre el muro divisorio con las salas, cerrados con paneles de roca de yeso sobre el mismo.
Las instalaciones eléctricas se resuelven mediante tomas y bocas ocultas en la estructura de Hormigón, diseñadas para incidir mínimamente en la visión de los objetos expuestos, se ubican en el Muro de exhibiciones ocultas detrás del panel de roca de yeso. Los exhibidores son iluminados por si mismos o por artefactos de iluminación puntual desde lo alto.
La cubierta está resuelta sin contrapiso de pendiente ni membrana hidrófuga. Simplemente la losa fue realizada con una suficiente pendiente como para permitir el libre escurrimiento del agua de lluvia hacia los patios.
Las propiedades de resistencia e impermeabilidad, que presenta el Hormigón hacen innecesario cualquier tipo de acabado superficial, logrando también, un bajo costo de ejecución en las terminaciones y un mantenimiento innecesario en las instalaciones.
La Seguridad:
Además de los usuales elementos electrónicos de seguridad, se piensa en evitar el uso de rejas innecesarias, construyendo así un sistema de seguridad eficiente a partir de la misma arquitectura, un solo portón de madera corredizo en el acceso permite cerrar el museo de manera integral.

Arquitectos: Gustavo Gomes Jones, Federico E. Loinaz, Pablo Briguglio, Dwight Stone Shunk.

Concurso Sala Museo Nelly Omar 2010, Lámina 1